Llevo muchos años viviendo sobre la faz de la tierra 
y miles mas viviendo en las tinieblas eternas...
Soy un alma solitaria y creo que seguiré así hasta el fin de mis tiempos...
Me gusta alimentarme al despertar...
Y nunca me alimento de la sangre de los animales...
No hay nada que me sacie mas que la sangre de los humanos...
La noche es parte de mi esencia...Su oscuridad es mi cómplice... 
Y la luna es mi amada eterna... 
Uno de mis placeres son los libros y la observación nocturna...
Se que tal vez no lo creas...Pero soy la madre y reina de los vampiros...
Si es que aún quedan de ellos sobre la faz de la tierra...
Puedes seguir tu camino o detenerte ante mi...Y caminar a mi lado...
Seras aceptado solo si crees en la magia...
Si es así...Sigue mis pasos...En este mundo que ante ti se abre..

miércoles, 26 de abril de 2017

LEYENDA DE EL ENAMORADO DE LAS FADAS

TERRA CHÁ - LUGO - GALICIA



Cuenta la leyenda que por la Terra chá que un mozo que estaba en el pastizal guardando las vacas oyó risas ycantos de mujer que venían de un bosquecillo cercano. Se acercó a ver qué pasaba y se encontró con un grupo de bonas fadas, que estaban juguetonas y de muy buen humor, como siempre.

El mozo (que era muy guapo) fue muy bien recibido, y pasaron con él toda la tarde. Cuando ya se despedían, entre bromas y veras, le instaron a que se mirase en un espejito quellevaban consigo.

El mozo volvió al caserío muy contento de su aventura, y nada dijo, pues bien sabía que los que tienen tratos con los del otro lado y hablan de ellos son castigados con la muerte. Pero el espejo, que era mágico, como todo lo que tocan las fadas, le había robado el aliento, y el mozo empezóa enflaquecer y a enfermar, para alarma de toda su familia. Ya en su lecho de muerte logró reunir fuerzas para susurrarle a su hermano mayor toda su aventura, explicándole además que bien sabía él que lo estaban matando las hadas, pues cada noche soñaba que la parte retenida en el espejo se acostaba con ellas.

Finalmente murió, y su hermano, ciego de ira y sin atender razones, fue al bosquecillo cercano al pastizal a insultar a las fadas. Éstas deberían sentirse culpables, ya que en lugar de maldecir al hermano, o matarlo (cosas que han hecho en otras historias, y por mucho menos) le arrojaron a los pies un puñado de oro, para que se callase.

LEYENDA DE ROLDÁN Y LA SIRENA

Cuenta la leyenda, que el misterioso caballero romano mencionado en la placa de la Isla de Sálvora, no era tal caballero romano, los iniciados aseguran que se trataba del caballero Roldán, sobrino de Carlomagno. De este modo, Roldán no habría muerto en la batalla de Roncesvalles en el año 778, como asegura el poema épico “La Canción de Roldán”. Pues bien, en contra de lo que deberá afirmar públicamente, ya que la verdad es que Roldán, ciertamente malherido, consiguió escapar de la contienda, yendo a refugiarse a la mágica Isla de Sálvora. De hecho, cuentan que, en las noches de tormenta, aún se puede escuchar un ruido estridente en las inmediaciones de la isla que avisa a los marineros de los peligros del mar. Según dicen, el ruido procede del olifante que poseía el propio Roldán.

Una mañana, Roldán paseaba a caballo por la blanca playa al pie de las aguas cristalinas. De pronto, observó en la lejanía, lo que reconoció como un cuerpo de mujer tumbado en la arena. Intrigado, el caballero espoleó al animal para acercarse galopando al lugar en que se encontraba la joven. Al llegar al lugar, cual fue su sorpresa al constatar que se trataba de una sirena! No daba crédito a lo que veía. Era una hermosa mujer, de rostro angelical, turgentes pechos y esbelta cintura, que continuaba en una brillante cola de pez. Roldán quedó tan prendado por la belleza de la muchacha y por el candor de su mirada que, sin que ella le hubiese dicho una sola palabra, la subió a lomos de su caballo para llevarla a su hogar.

Una vez allí, le quitó las escamas con paciencia, una por una convirtiéndose así la sirena en una espléndida mujer. Roldán la contempló durante largos minutos, ensimismado por su belleza. Se dirigió hacia ella, y no puedo resistir el impulso de tomarla entre sus brazos. Recorrió con dulzura su suave piel, recreándose en cada rincón de su cuerpo. Y la poseyó.

Cuando ambos yacían abrazados en el lecho, Roldán se percató de que no conocía su nombre. Cual fue su sorpresa al preguntárselo, que la sirena fue incapaz de responder: era muda. Pero a Roldán no le importó en absoluto, ya estaba perdidamente enamorado de ella. Así, decidió acuñarle el nombre de Mariña, por haber venido del mar.

Pasaron felices los meses para los dos enamorados, con la única pega de que, por más que Roldán intentaba enseñarle y por más que Mariña se esforzaba, no conseguía emitir palabra, sólo apenas unos gruñidos ininteligibles. La felicidad de la pareja se vio colmada al dar a luz a su primer hijo, un niño hermoso como su madre y fuerte como su padre.

Cuando el bebé contaba con apenas unos meses, se celebró en los dominios de Roldán la noche de San Juan. Noche mágica por excelencia en Galicia, en la que los más profundos deseos se cumplen y en la que incluso, si se sabe el modo, pueden conocerse los designios del futuro.

Todo el mundo cantaba y bailaba alrededor de la hoguera, mientras Mariña, con el niño en brazos, lo observaba todo con curiosidad y alegría. De pronto, Roldán se dirigió a ella, le arrebató a su hijo y se dirigió a la hoguera para cumplir la tradición de saltarla. Mariña, que desconocía esta costumbre, pensó que su marido había perdido la razón y pretendía tirar al niño a las llamas. Presa del pánico, la srena grito:

- ¡Hijo!

Al pronunciar esta palabra, un trozo de carne se desprendió de su garganta, y desde entonces la sirena pudo hablar con normalidad. De este modo, la felicidad de la pareja fue plena, compartiendo largos años de amor que dieron sus frutos en el linaje de los Mariño.

Cuentan algunos que, al morir Roldán, la sirena volvió al mar poniendo antes una condición: de cada generación de los Mariño, debería entregársele a ella un niño que se llevaría al mar. El elegido se reconocería por tener los ojos azules. Lo inquietante es que se han dado casos (recogidos por Torrente Ballester) de Mariños de ojos azueles desparecidos en la costa.

Seres de la Noche

"La belleza del mundo natural siempre ha inspirado mi arte y soy lo suficientemente afotunado de vivir y trabajar cerca del paisaje sa...